martes, 17 de marzo de 2015

Esa ¿aburrida? Historia

Empecemos por el principio (¿por dónde narices si no?):
“La Historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método el propio de las ciencias sociales. Se denomina también "Historia" al periodo histórico que transcurre desde la aparición de la escritura hasta la actualidad.”
Bla, bla, bla, Historia, bla, bla, bla... Zzz… Zzz… Zzz… Zzz…
Seamos sinceros. Más de uno y una (la que aquí escribe) nos hemos quedado más dormidos que la marmota Phil durante una clase de Historia.
Y seguro que todos hemos tenido al típico profesor de Historia que da unas clases con menos vida que un encefalograma plano.
Por no hablar de todas esas veces que nos hemos preguntado delante del libro abierto: “¿Por qué hay tantas fechas? ¿Por qué esta gente tiene unos nombres tan raros? ¿Por qué tengo que estudiar esto? ¿Por quéééééééééé?” (Insertar voz de desesperación peliculera made in Hollywood).
Y es entonces cuando llega lo inevitable y piensas: “Vaya coñazo. Nunca entenderé por qué tengo que estudiar Historia”.
Reconozcámoslo. Esto es así nos guste o no.
Pero ahora llega mi pregunta. ¿Hay alguna ley no escrita que diga que la forma de enseñar Historia tiene que ser, necesariamente, aburrida? La respuesta es NO. Se puede hablar de hechos históricos perfectamente y hacerlo de manera que no te entren ganas de pegarte un tiro o de tirarte por la ventana más cercana.
Pues para eso nace este blog. Para demostrar que la Historia, aunque tiene sus más y sus menos, puede ser tan épica como un libro de Tolkien, más sangrienta que Canción de Hielo y Fuego, y más surrealista que la vida misma (hacedme caso, 5 años de licenciatura me lo han dejado más claro que el agua).

2 comentarios:

  1. ¡Ánimo en esta aventura!, ¡enséñales que más allá de listas de fechas y reyes hay más Historia!

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  2. La Historia no es aburrida, los profesores si (algunos)
    Ánimo con el blog.

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